Es muy importante que el edificio transpire por todas las capas del cerramiento.
Y que esté bien sellado para que no haya infiltraciones y pérdidas energéticas.
Las barreras y frenos de vapor protegen los aislamientos orgánicos y ecológicos.
En este caso se han ubicado montantes para colocar la lana de oveja.
Este freno de vapor evita que haya condensaciones en el interior del aislamiento.
El cierre final es un machetón que posteriormente se encala con mortero de cal.
Es una casa de 120 m2 que apenas consume energía por las aportaciones solares y su aislamiento.
La madera es de tala sostenible, pino laricino de Cuenca y parte de roble reutilizado. Piezas de sacrificio en las testas de las vigas de cubierta.
Los acabados interiores se han hecho con cal coloreada con tierras naturales.
La cocina económica es la generadora del agua caliente para el suelo radiante y ACS. También se han colocado placas solares.
Cuenta con un water seco (que produce compostaje) con sistema de ventilación que no produce olores.